En primavera aparecen por el campo en infinitas formas y colores vivos; desde el colibrí al «ojo azul» «rojo robin», o «pinzón de oro». Desde hace años que los ornitólogos han estudiado a estas especies y han llegado a la conclusión de que sus plumas desarrollan diferentes funciones. Desde camuflarse para defenderse de posibles agresores, a emitir señales o cortejar para conseguir pareja. Esto va unido a sus preciosos cantos que parecen anunciar que es primavera y que empieza una época de vida y belleza.
